Diario de un Curso:
LIBRO DEL COLOR

Bueno… Parece que al fin estoy aquí.
Tras meses de trabajo, parece mentira lo pequeño que es el condenado librito. Pero no podría estar más contento realmente. Este montón de papel es fruto de mi esfuerzo, sudor y mucho material exprimido.

Se trata del trabajo final de la asignatura de Análisis. Una recopilación de 72 imágenes que debían recorrer las diferentes mezclas cromáticas que la profesora especificó.
El titulo fue tal vez la parte más complicada… Pues tras pensar largo y tendido en títulos serios y significativos, acabé debatiéndome  entre dos títulos. Pero como “El Librosaurio” no me sonaba bien, nació “El  Dinolibro”.

El tema elegido, como su nombre aclara elocuentemente, son los dinosaurios.
Me seducía realizarlo como algo muy propio y personal. De modo que no me conforme con copiar un par de párrafos de la Wikipedia junto a cada dibujo. No… este cuaderno sucio debía ser una guía personal por el mundo de la paleontología aficionada, redactada a partir de mis propios conocimientos y escrita de mi puño y letra.
Se trata realmente de un pequeño cuaderno de campo que sirva para poder guiar a todo lector por un magnifico y esplendoroso mundo que desapareció de hace 65 millones de años:

Renoir.

La última visita de la lista.

Se encontraba expuesta en el museo Thyssen, claro que, de hecho, puede que sigua expuesta… No lo sé, fuimos hace unas pocas semanas, pero n tuve tiempo para incluirla y pensé que sería un buen broche final para el tema “exposiciones”.

Debo decir, que como una persona no demasiado fanática de Renoir, la exposición era lo que me esperaba. Conozco la obra del artista. Los colores son espectaculares, la pincelada característica y cada centímetro de cada cuadro rebosa vitalidad, luz y estilismo. Sin embargo… que puedo decir, no me llama mucho. Lo aprecio, pero no lo idolatro.

Diablos, tal vez mi parte favorita de la exposición es una especie de experimento sensorial, en donde hueles diferentes muestras de flores para comprobar que te evocan y palpas una recreación de sus obras, para notar los rugosos relieves del trazo.

Lo que sique idolatré, por otra parte. Fue el resto del museo.

Si, llámame clásico, pero pude gozar más de los estilos renacentistas, barrocos y hasta tenebristas de la inmensa cantidad de obras expuestas, donde los temas mitológicos gobernaban incuestionables. 

Que le voy a hacer, donde esté un buen arcángel usando rayos como espadas, que se quite lo demás.

Diario de un Curso: Día 23.

Jueves 01 de Diciembre.

Parecía que nunca llegaría este día, pero al fin está aquí.
El ultimo día de clase oficial; y con él, el examen definitivo, que decidirá si he de seguir estudiando o todo se da por terminado.
¿Qué cómo ha salido?... Eso ya es otro tema muy distinto.

El examen en sí no parece gran cosa. Escribir en unas cuantas paginas lo que se te pida con la ayuda de la Guía Docente, Internet y todo lo que necesites. No parece difícil. Y no lo sería, de no ser porque realmente no tenía claro lo que debía escribir.
Al parecer el objetivo era relacionar con los diferentes bloques de la Guía Docente todos los apartados, ejercicios y actividades llevadas a cabo durante el curso.

Creo que lo hice bien… es decir, improvise bastante, pero tal vez es eso lo que María Jesús pretendía. Pillarnos desprevenidos, comprobar si los conocimientos nos ayudaban a desenvolvernos incluso sin saber cómo enfrentarlos. O también puede que haya suspendido estrepitosamente. ¿Quién sabe? Yo, desde luego no.

Pero lo que sí sé es que con esto doy por acabado el estrés del examen, y con él, las horas transcurridas en esa clase llegan a su fin.
Dejo mucho entre esos muros, risas, fascinación, mucho sueño y quebraderos de cabeza de aquí hasta Torremolinos. Pero esto no se acaba aún…

¡No! Ahora toca concentrarse en el tan esperado libro del color.

Ojala salga bien, porque si no probablemente decida pegarme un bonito tiro.

Fin del día 23.

Exposición del Museo Lázaro Galdiano (El del Ascensor).

El Museo Lázaro Galdiano funciona como el último deseo de un rico coleccionista de arte que, al morir, se aseguró de que toda su colección fuera transformada en un centro cultural para el deleite de todos los ciudadanos.

Durante los años, el edificio se remodeló una y otra vez sus cuatro plantas, modernizándose y adquiriendo nuevas piezas que convierten a este discreto lugar en uno de los más fascinantes museos de Madrid.

Desde las obras protagónicas de Goya, al arte moderno, los frescos del techo o la esplendorosa cámara del tesoro, el museo parece una amalgama fascinante de estilos y épocas, que se combinan de manera espectacular, llamando continuamente la atención de todo visitante.

No puedo finalizar por supuesto, sin hablar del ascensor. Es difícil describir la genialidad de semejante cacharro, pero vive dios que es lo mejor de todo el edifico. 

En fin, no estuvo nada mal; y podría seguir hablando durante horas de este sitio, pero dado que la mayoría de esta información proviene de un trabajo académico que tuvimos que realizar Blanca, María, David, Mónica y yo, sería un poco hacer trampas…

 

PDT: ¡Menudo ascensor!

Diario de un Curso: Día 22.

Martes 29 de Noviembre.

¡Esto se acaba, esto se acaba!

El jueves será oficialmente el examen final de la asignatura, con el que concluirán las clases presenciales. Aunque incluso entonces, todavía quedara la entrega del libro…

Pero no pensemos en el mañana, porque hoy han pasado bastantes cosas.

Aparte de explicarnos lo que deberemos llevar el lunes en nuestra excursión a Aranjuez, también estuvimos viendo diversos videos del Canal Historia sobre el arte contemporáneo y las inmensas controversias y debates sobre la legitimidad de las propias obras. ¿Están estas a la altura de las enseñanzas marcadas por los grandes maestros de la antigüedad o pertenecen tan solo a alguien sin talento para realizar verdadero arte? ¿Se trata de reflexiones vanguardistas y rompedoras que pueden llegar muy profundo o son solo formas rápidas de hacer dinero?¿Deben estas ser consideradas siquiera arte?

Resulta interesante hacerte todas estas preguntas.
Cada uno tiene su propia respuesta, pero es casi más divertido debatirlas que contestarlas.

Fin del día 22.

Las Líneas del Destino.

Se acerca el final de este blog, y para dejar todo bien atado, he decido ir de excursión a algunas de las exposiciones que tenía pendientes.

Junto con María, Alex y Andrés fui a la primera de todas, que se trataba de una curiosa colección de obras creadas por María Vargas y situada en el museo ABC.
Con sus fascinantes diseños, esta artista recreó las diferentes cartas del tarot clásico y la baraja española a un gigantesco tamaño.

Mezclando el más profundo simbolismo mitológico y humano con una imaginación e investigación colosal tras cada imagen, pudo hacer auténticas maravillas con demasiado subtexto como para poder abarcarlo todo en unas pocas líneas.

Pudimos fijarnos también en que la pintura que usó para crearlas parecía realmente laca de uñas, que hacía brillar cada pequeña línea.

 

Para finalizar la velada decidimos ir a comer a un pequeño restaurante chino de ambiente más bien clandestino. Poco espacio, pero mucho comida ¿Qué más puedo pedir?

Diario de un Curso: Día 21.

Jueves 24 de Noviembre.

El ejercicio de hoy, que engloba todos los conocimientos adquiridos acerca de la luz, ha requerido un esfuerzo conjunto de toda la clase, multitud de linternas, cámaras profesionales y mi disfraz de Voldemort.

Tras dejar la clase en absoluta oscuridad, María Jesús nos mostró como crear impresionantes imágenes a mediante largos tiempos de exposición con la cámara, para captar cada momento sucedido.

Nuestro grupo, a base de muchos intentos logró formar imágenes como estas:

   

Pueden no ser muy espectaculares, sin embargo pusimos todos nuestros esfuerzos en ponernos cara de viejos, que para mí, tiene un mucho mas merito:

PDT: Ya podían ser así todas las clases.

 

Fin del día 21.